Esta bonita medina amurallada en la costa atlántica de Marruecos es un refugio para desconectar, seguir disfrutando de la vida marroquí y aprovechar para hacer windsurf o kitesurf.
El viaje desde Marrakech puede hacerse algo largo. Aunque son unos 180 kms, hay que tener en cuenta que las carreteras son antiguas, sobre todo cuando te vas alejando de la ciudad. Aún así el viaje merece la pena para ver el interior de Marruecos, sus pueblos, los paisajes: desierto, campos de árboles de Argán... De éstos se extrae el aceite de argán, el "oro líquido marroquí" con numerosas propiedades nutricionales y dermatológicas (anti-aging, acné, hidratante de piel y cabello...). Merece parar en una de las cooperativas de mujeres que preparan artesanalmente este aceite y, por supuesto, a mejor precio que en España.
Una vez en Essaouira, una vez más merece la pena quedarse en un riad, como el Riad Eowa, Lalla Mira (un bio-hotel), Dar Afram, Maison Du Vent y su galería o mi riad favorito Darko.
Además de pasear por los zocos (souk), el puerto, el paseo martítimo, la playa... no hay que perderse las numerosas galerías de artesanía que hay y disfrutar de maravillosas comidas o cenas con vistas en Le Chalet de la Plage (en la playa), Chez Sam o Le Coquillage (en el puerto). Otras opciones más modernas serían After Five en Madada Mogador, Km 8 o Casa Vera, un restaurante español con una imponente terraza y quizás uno de los puntos nocturnos más animados de Essaouira. Llegar no tiene pérdida, está en la plaza My Hassan, frente al puerto.
Y para disfrutar del viento marroquí, lo mejor es iniciarse en kitesurf o windsurf en BleuKite. Si no puedes con el enemigo, únete a él...
Ana una cosa me encantan tus botas!voy dos dias a marrakesh en un par de meses!! Crees q en marrakeshh las encontrare??????
ResponderEliminarHola! Yo creo que sí, tienen de todo, pero no deben estar muy a la vista! Pero llévate una foto y seguro que te las encuentran de un día para otro! :)
ResponderEliminarSuerte!
Anna